Caballos en Zona Roja David Alonso Experto en Doma Natural. Instructor en el Centro ecuestre Br�o Natural, M�xico. Hace tiempo le� el libro de Cesar Mill�n "El encantador de perros" y llam� mucho mi atenci�n algo que �l denomina "perros en zona roja". �l se refiere al tipo de animales que por alguna raz�n sufrieron un desequilibrio mental que les impide controlar sus emociones (inteligencia emocional) y los vuelve peligrosos para cualquier criatura viviente que intente convivir con ellos. Seguramente usted ha escuchado m�s de un caso de perros en este estado, pero tal vez no en caballos. Muy frecuentemente me preguntan en mis cl�nicas, o exhibiciones acerca de si he recibido alguna vez el ataque de un caballo y la respuesta es que "s�", sin embargo, en 10 a�os de estar completamente dedicado a rehabilitar caballos y domar potros (calculo trabajar m�s de 300 equinos al a�o) s�lo han sido 4 ataques. Cada uno de ellos obtuvo de m� un buen per�odo de reflexi�n y an�lisis para determinar si yo provoqu� el ataque o ellos se encontraban ya en "zona roja". Tratar� de explicar a mi juicio c�mo llega un caballo a zona roja. Partir� del hecho del desequilibrio que nosotros provocamos en los caballos desde que nos disponemos a domarlos. Primero rompemos un esquema natural de vida, es decir, el caballo en estado libre dedica del d�a 16 horas para comer, 6 para descansar, 2 para socializar y al estabularlo, de un d�a para otro su patr�n de vida cambia dr�sticamente de la siguiente forma: 3 horas para comer, 21 para descansar y generalmente ya no socializa con miembros de su especie. Esa modificaci�n de sus h�bitos de vida empieza a generar vicios o malos comportamientos. Si a lo anterior le sumamos que el caballo no se trabaja y no se le corrige apropiadamente, inicia la generaci�n de una bomba de tiempo, que en cualquier momento podr� explotar. Recientemente me invitaron a trabajar un semental Friesian muy bonito dentro de un round pen (ruedo de entrenamiento), mientras le mostraba los comandos de conducci�n al caballo, pude ver que su lenguaje corporal no era muy confiable, sin embargo, me confund�a el hecho de que la mayor�a de los caballos de esta raza son muy amigables. La situaci�n era que cuando le pon�a presi�n por atr�s con un peque�o fuete, a�n sin pegarle, me ve�a con el rabo del ojo del lado interior del ruedo, invirtiendo su cuello hacia afuera y permiti�ndome acercarme mucho. Mi lectura inicial fue que era un caballo de temperamento de moderado o d�bil y eso lo hac�a un poco lento o arriado (como vulgarmente decimos), pero no era as�, el estuvo midiendo cada uno de mis movimientos para hacerme llegar a un punto donde �l pudiera darme alcance con sus posteriores. Cuando busque la reuni�n vino a mi sin problema, pero cuando le pon�a presi�n con mi cuerpo para que retrocediera, se levantaba de manos queri�ndome intimidar. Le estuve dando confianza con el fuete porque percib� que lo incomodaba y castigu� con movimiento cada una de sus levantadas. El ataque vino cuando tome el fuete con mis dos manos como si fuera una barra y lo empec� a mover como si intentara girarlo, fue tan r�pido que lo �nico que recuerdo fue la expresi�n de su cara enrabiada con las orejas totalmente hacia atr�s y su dentadura blanca que resaltaba sobre su capa negra. Afortunadamente pude reaccionar y no alcanzo a morderme, solo recib� un golpe de frente donde paso sobre m�. La verdad este instante no se lo deseo a nadie, pues llegas a sentir el gran poder�o de un caballo fuera de s�. De ninguna manera culpo al caballo, pues despu�s de esto me comentaron que hab�a un par de antecedentes graves del animal, pero el problema fue que nunca me lo dijeron. Estas situaciones no son obra de la casualidad y aunque tampoco me explicaron el motivo de su comportamiento, casi pude intuir la raz�n que desencaden� esta conducta. Los caballos son sinceros y no amanecen pensando cual ser� su v�ctima del d�a, el problema es que a veces los orillamos a ciertas situaciones que los hacen abandonar su patr�n regular de vida. Es importante que no tratemos de romper el equilibrio natural de los caballos y les podamos ense�ar que siempre hay una puerta de salida cuando se sientan presionados, pero no la debe elegir �l, sino su jinete o manejador. Por otra parte, es importante que reconozcamos la vocaci�n nata de cada caballo, pues me ha tocado ver personas queriendo hacer bailar a como d� lugar a un cuarto de milla, pinto o appaloosa, siendo que de por s�, estas razas no fueron creadas para este prop�sito y en su af�n de hacerlos trabajar bajo mucha presi�n entran en "zona roja" y desde luego no solamente sucede con los caballos de baile. Los caballos en este estado me hacen pensar en todos los casos de personas que en un determinado momento de su vida llegan a hacer alg�n acto del que se arrepienten toda su vida como un asesinato, una violaci�n, robo, etc., y desgraciadamente sucede lo mismo que con los caballos, se rompe el equilibrio entre los tres elementos clave: Trabajo, disciplina y afecto. Caballos sin trabajo, estando bien comidos y estabulados son peligrosos aunque usted est� seguro que es un caballo de confianza. Al igual sucede con caballos sin trabajo y poca o nada de disciplina. Aunado a lo anterior, les damos un afecto humanizado que los hace sentirse en un nivel superior al del ser humano que a veces los hace incontrolables. Le sugiero analizar mi hip�tesis y seguramente llegar� a la misma conclusi�n. Deseo sinceramente poder motivar su pensamiento respecto al entrenamiento, manejo y cuidado que les damos a los caballos, son animales y tienen 10 veces m�s fuerza que los humanos. No est�n dise�ados para cazar, solo para defenderse, pero no le recomiendo llevar a un caballo a este estado emocional donde se encuentre fuera de control.